Reduciendo o rediseñando un programa ya evaluado
El incorporar evidencia a la toma de decisiones no se trata solamente de escalar programas efectivos. Los resultados que indiquen que un programa no funciona pueden ser igual de importantes. Podemos aprender bastante de resultados nulos: estos pueden cambiar nuestras creencias o revelar problemas de implementación, y el comprender por qué un programa social no fue efectivo puede ser igualmente importante para las políticas. Cambiar o decidir no avanzar con una intervención que ha demostrado tener efectos negativos o nulos puede liberar tiempo y recursos valiosos, y crear oportunidades para probar nuevas direcciones.
Por ejemplo, un programa en Karnataka, India buscó reducir el absentismo del personal de salud al introducir un sistema biométrico de monitoreo que entregaba información en tiempo real de su asistencia a las y los supervisores, ello combinado con un sistema de incentivos y castigos por faltas no autorizadas. Mientras el gobierno esperaba que el sistema funcionara como un agente disuasivo para quienes se ausentaban, los investigadores descubrieron que, debido a una aplicación imperfecta, el sistema de monitoreo y la información generada tuvo un impacto limitado en la asistencia. Estos resultados contribuyeron a la decisión del gobierno de cancelar el previsto escalamiento del programa, ahorrando millones de dólares en costo y tiempo de ejecución.