Implementación: La actitud reticente que tenían en Kenia hacia una intervención externa y un nivel de educación bajo en la población, específicamente en Teso, tuvo como resultado una baja disposición de las escuelas a implementar el programa cuando se les había ofrecido. Particularmente, las fuertes creencias religiosas y una tradición de sospecha hacia personas foráneas causaron dificultades en la implementación, lo que pudo reducir la efectividad de este programa.
Efecto sobre los puntajes en las pruebas: El programa incrementó los puntajes de las pruebas en 0.19 desviaciones estándar para las niñas inscritas en los colegios elegidos para recibir las becas. Este efecto fue más fuerte entre los estudiantes en Busia, donde el programa incrementó los puntajes en 0.27 desviaciones estándar. No se encontraron efectos en Teso. En Busia, hubo un aumento importante en los puntajes que obtuvieron las niñas que tenían pocas posibilidades de ganar la beca, lo que señala que hay externalidad positivas sobre el aprendizaje. El efecto promedio del programa para las niñas corresponde a un 0.2 adicional en las calificaciones de la primaria, y este aumento se mantuvo durante todo un año después del fin de la competencia. También hay evidencia de externalidades positivas en el resto de la clase; los niños (quienes no podían recibir el premio) en promedio aumentaron sus puntajes en 0.08 desviaciones estándar.
Asistencia de los estudiantes: Aunque el impacto del programa en la participación escolar es cercano a cero cuando se toma en cuenta los resultados de Busia y Teso juntos, el impacto en Busia fue positivo en 3.2 puntos porcentuales. Esto corresponde a una reducción de cerca de un cuarto en el ausentismo en la escuela.
Asistencia de los profesores: El programa tuvo un fuerte impacto en la asistencia de los profesores. En la muestra conjunta de Busia y Teso, hubo un incremento de 4.8 puntos porcentuales, y si sólo se observa a los profesores de 6º grado, la cifra alcanza un incremento en la asistencia de 7.6 puntos porcentuales. Potencialmente, los profesores podrían estar engañando al sistema al desviar sus esfuerzos hacía los estudiantes elegibles para el programa, pero no hay diferencia en cuán seguido hacían participar a las niñas respecto a los niños, en las escuelas donde se ofrecía el programa, versus las escuelas de comparación. Esto indica que los profesores de las escuelas que contaban con el programa no desviaban su atención a las niñas; es decir, el esfuerzo de los profesores estaba dirigido al curso como un todo.
Desigualdad y becas al mérito: Las ganadoras de la beca tendían a venir de hogares relativamente aventajados, causando preocupación respecto de la distribución de los beneficios que se otorgan. Pero en términos de los rendimientos de los estudiantes, las externalidades positivas influyeron en todos, y no se concentraron sólo entre los más privilegiados.
Efecto sobre la participación de los padres: Hay evidencia anecdótica proveniente de las entrevistas con los profesores, la cual sugiere que en Busia hubo una mayor supervisión de los padres como resultado del programa. Un profesor en Busia menciono que los padres empezaron a pedir a los profesores “que trabajen más duro para que sus hijas ganen la beca”. Otro profesor en Busia señaló que los padres empezaron a visitar con más frecuencia la escuela para controlar a los profesores, y para “motivar a los alumnos a hacer más esfuerzo”. Las mejoras en asistencia y rendimiento en Busia sugieren que las becas al mérito son más efectivas cuando los padres exigen una rendición de cuentas, ya sea formal o informal.