Menstruación y Educación en Nepal
- Students
- Women and girls
- Citizen satisfaction
- Enrollment and attendance
- In-kind transfers
Problema de política pública
El estigmatismo cultural ha excluido a menudo a las mujeres en todo el mundo, impidiéndoles acceder a la misma educación y oportunidades laborales que los hombres. En particular, para algunos países menos desarrollados, las mujeres pueden representar fuentes no explotadas de capital humano. En aquellos países en los que se han llevado a cabo políticas públicas agresivas para lograr la igualdad de géneros en la educación, se puede esperar un gran beneficio económico y social. A pesar de que se ha descubierto que, en varios países, educar a las niñas es una de las formas más costo-efectivas de reducir la pobreza, las tasas de abandono de la escuela de las adolescentes permanecen altas.
Contexto de la evaluación
En muchas partes del mundo, existen muchos tabúes y restricciones para las mujeres durante su período menstrual. En las zonas más rurales de Nepal, las mujeres son restringidas a chozas independientes o cobertizos de vacas durante su menstruación. Otras actividades como preparar y consumir comida, sociabilizar, viajar y sobretodo asistir a la escuela, también son limitadas. La asistencia femenina a clases es de particular importancia, pues en Nepal existe una diferencia de género marcada en las tasas de alfabetización de la población: sólo el 24 por ciento de las mujeres saben leer, en comparación con una tasa masculina de alfabetización del 52 por ciento.1
No hay evidencia de que el flujo menstrual sea sucio o dañino y por lo tanto, se ha concluido que las tradiciones y los tabúes relativos al ciclo menstrual se deben en su mayoría a una fuerte norma cultural. En la medida en que estas tradiciones son perjudiciales para las mujeres, este proyecto mide si es que estos tabúes pueden ser superados gracias al avance tecnológico en productos sanitarios. En particular, entregando a las mujeres una copa menstrual, éstas podrían tener más privacidad durante sus períodos, mejorar su movilidad y aumentar sus actividades durante sus ciclos menstruales.
Detalles de la intervención
Se identificaron 4 escuelas en Chitwan, Nepal, y se invitó a 60 niñas de séptimo y octavo grado a participar en este estudio junto con sus madres, con el fin de medir la adopción de productos sanitarios y su efecto en la asistencia a clases, logros académicos, autoestima y salud de las niñas adolescentes. La participación en este proyecto dependía de la asistencia a la primera reunión de estudio, en la cual las niñas recibieron lápices y stickers, y las madres recibieron 100 Rupias Nepalesas (US$1.45). Aproximadamente un 79 por ciento de las niñas participaron con sus madres.
Antes de hacer la asignación aleatoria, se les pidió a las niñas y sus madres que contestaran una encuesta que incluía preguntas demográficas, de la escuela, y sobre menstruación y autoestima. Los investigadores de J-PAL luego entregaron aleatoriamente copas menstruales reutilizables a algunas niñas, además de instrucciones detalladas para su uso, dadas por una enfermera. Adicionalmente, se les dio a las niñas un diario para cada mes, en el que debían documentar las fechas de su período, el tiempo dedicado a sus actividades cotidianas y su asistencia y desempeño escolar. Después de esta reunión inicial, se siguió a las niñas por 15 meses aproximadamente, al final de los cuales se les pidió completar una encuesta de seguimiento. En este momento, también se les dio a las niñas del grupo de comparación y a sus madres la copa menstrual.
Resultados y lecciones de la política pública
Asistencia a clases: Contrario a lo que se ha expuesto sobre la menstruación y la educación, esta evaluación no encuentra evidencia de que la tecnología sanitaria afecte la asistencia escolar. Las niñas a las que no se les dio una copa en la asignación aleatoria inicial tenían 2.6 puntos porcentuales menos de probabilidades de ir a la escuela los días en que estaban menstruando. Este resultado es mucho más bajo que el 10-20 por ciento esperado por los diseñadores de ésta política.
Logros escolares: De forma similar, la repartición de copas menstruales no tiene efecto sobre los resultados en las pruebas, y esto no se debe a una baja adopción de la copa: 60 por ciento de las niñas en el grupo de tratamiento reportaron haber usado la copa durante 6 meses a lo largo del estudio. El bajo impacto que tienen los productos sanitarios modernos se puede deber, en parte, a que los productos sanitarios sólo ayudan a controlar el flujo menstrual, pero no a mitigar los dolores o la fatiga. Un 44 por ciento de las niñas en este estudio declaran que el principal motivo por el cual faltan a la escuela durante su período son los dolores menstruales.
Adopción del producto: A pesar de la ausencia de efectos escolares, este estudio avala el valor que tienen estos productos. Entre las niñas en el grupo de tratamiento, 61 por ciento usaron la copa alguna vez entre la reunión inicial y las de seguimiento, y la tasa de adopción entre las niñas a las cuales la copa se les dio más tarde fue similar. Además de reportar una mayor movilidad y facilidad en controlar su flujo menstrual, las niñas en el grupo de tratamiento redujeron en 20 minutos diarios el tiempo dedicado a lavar ropa en los días de su período.
Estos resultados sugieren que la menstruación efectivamente impone barreras a las niñas. Sin embargo, el proveerlas con productos sanitarios modernos puede que no sea por sí sola la solución para reducir estas barreras.