El impacto de consejerías y monitoreo en los desempleados en los Países Bajos
- Job seekers
- Employment
- Job counseling
- Monetary incentives
Problema de política pública
En los últimos años, los gobiernos en los países desarrollados han usado cada vez más “políticas activas en el mercado laboral” en un esfuerzo por ayudar a los desempleados a encontrar trabajo, prevenir el desempleo prolongado y reducir los gastos de gobierno en beneficios para los desempleados. Algunas políticas activas comunes del mercado de trabajo incluyen proporcionar servicios de asesoría para la búsqueda de empleo y/o monitoreo a las personas desempleadas. Si estos servicios logran ayudar a incrementar la eficiencia en la búsqueda de empleo, podrían, potencialmente, ayudar a aumentar la tasa en que los desempleados encuentran trabajo y reducir el tiempo de desempleo. Sin embargo, hay poca evidencia sobre el impacto de la asesoría y seguimiento entre los que vuelven a emplearse, y si las políticas activas del mercado tienen diferentes impactos para los trabajadores con mejores o peores conexiones en el mercado laboral.
Contexto de la evaluación
En los Países Bajos, el 70 por ciento de la población activa es elegible para recibir beneficios del sistema de seguro de Desempleo Nacional (Seguro de Desempleo (SD)) cuando enfrentan el desempleo o una reducción en sus horas de trabajo. Los trabajadores menores de 65 años que enfrentan una reducción de al menos cinco horas de trabajo por semana y que han mantenido un trabajo regular durante los últimos seis meses califican para obtener beneficios iguales al 70 por ciento del último salario recibido por el trabajador o 70 por ciento del salario mínimo holandés dependiendo del historial de trabajo del individuo. Se requiere que los beneficiarios se inscriban como solicitantes a empleo en la oficina pública de empleos, acepten cualquier oferta de trabajo apropiada y participen en cursos de capacitación.
Cuando los individuos solicitan los beneficios del SD, se les clasifica de acuerdo a sus habilidades para encontrar trabajo. Los individuos de tipo I se supone que tienen suficientes habilidades para encontrar trabajo. Son alrededor del 60 por ciento de los beneficiarios. Los individuos de Tipo II y III no se consideran que tienen las habilidades para encontrar trabajo sin una capacitación o educación adicional y corresponden a cerca del 40 por ciento de los beneficiarios. En 1998, el Gobierno holandés ordenó que todos los beneficiarios de Tipo I recibieran asesoría y monitoreo (AM) en su agencia SD local. Cuando se realizó el estudio, alrededor del 10% de la fuerza laboral estaba desempleada en ambas ciudades donde se llevó a cabo dicho estudio, aun cuando las condiciones del mercado laboral eran favorables en el momento.Detalles de la intervención
Los investigadores examinaron el impacto del programa AM en las actividades de búsqueda de trabajo y en la duración de desempleo para los beneficiarios SD de Tipo I en dos ciudades importantes de Holanda. En cada ciudad, los investigadores identificaron una agencia SD local que tenía una alta afluencia de nuevos beneficiarios y un programa AM establecidos. La mitad de los trabajadores desempleados que comenzaron a recibir beneficios de estas agencias entre agosto y diciembre de 1998 fueron aleatoriamente seleccionados para recibir un programa de asesoría y seguimiento, mientras que la otra mitad sirvió como grupo de comparación. A los beneficiarios del SD de ambos grupos, se les solicitó enviar informes semanales sobre sus actividades de búsqueda de empleo a la agencia SD para mantener su elegibilidad.
A los individuos seleccionados aleatoriamente para recibir AM se les exigió asistir a una reunión de admisión en la agencia SD local donde un consejero revisó sus cartas de solicitud de trabajo y su currículo vitae e hizo un plan de búsqueda de trabajo para que ellos completaran en la próxima reunión. Se les pidió entonces, asistir mensualmente a reuniones de seguimiento con el consejero por los próximos seis meses centrándose en las postulaciones a vacantes y empleadores específicos. En cada reunión, el consejero evaluó si el individuo había seguido el plan de trabajo del mes anterior y trabajó con él para desarrollar el plan para el próximo mes. Si no había seguido el plan o no se había ceñido a las directrices, el consejero podía imponerle 10 por ciento de rebaja en sus beneficios del SD.Los investigadores utilizan los datos administrativos de SD de reuniones mensuales, informes semanales, y una encuesta de seguimiento para probar el impacto de AM en las actividades de búsqueda de trabajo y re-empleo.
Resultados y lecciones de la política pública
Impacto en los métodos de búsqueda de empleo: El seguimiento condujo a las personas desempleadas a sustituir las actividades de búsqueda de trabajo formal e informal. Los individuos que recibieron los beneficios AM hicieron mayor uso de los canales de búsqueda de trabajo formal como las oficinas de trabajo públicas, agencias de trabajo comerciales, agencia local SD, y avisos de trabajos en los periódicos en relación a los solicitantes de empleo del grupo de comparación. Los individuos del grupo de comparación estuvieron más propensos a utilizar canales de búsqueda de trabajo informales tales como referencias a través de amigos y familiares.
Impacto en el re-empleo: La asesoría y seguimiento no tuvo un efecto significativo en la velocidad en que los beneficiarios desempleados encontraron nuevos trabajos. La encuesta de seguimiento mostró que las reuniones de asesoramiento no incluían el asesoramiento o asistencia sustancial para la búsqueda de empleo, sino que se centraba, principalmente, en la cantidad de solicitudes de trabajo que se debían llenar y en conversaciones sobre los beneficios de SD. Estos hallazgos sugieren que los programas AM de baja intensidad tienen poco impacto en el re-empleo, pero es necesario una mayor evidencia para evaluar si los programas AM de mayor intensidad pueden impactar en el re-empleo.Los investigadores concluyeron que debido a que el programa de AM sólo afectó a las actividades de búsqueda de trabajo de los individuos de Tipo I y no a su capacidad para encontrar trabajo, los programas AM pueden tener más sentido para los individuos de Tipo II y III que tienen menos conexiones informales en el mercado laboral.