Q&A con la afiliada Michela Carlana, sobre un programa de tutorías en línea para abordar las desigualdades educacionales causadas por el Covid-19
Traducido por: Gaby Bustamante y María Paz Monge
Millones de estudiantes en todo el mundo se están quedando atrás. Esto como resultado del cierre de escuelas y el desigual acceso a los recursos educativos asociados a la pandemia de Covid-19. Los programas de tutoría podrían ser un método efectivo y sólido para mejorar los resultados de aprendizaje.
Las tutorías pueden presentar diferentes características, pero a menudo consisten en sesiones de instrucción complementarias, individuales o en grupos pequeños, destinadas a mejorar el rendimiento académico de las y los estudiantes. Una
revisión de 96 evaluaciones aleatorizadas de programas de tutoría de países de altos ingresos ha señalado que la tutoría es “una estrategia comprobada y consensuada” para abordar las pérdidas de aprendizaje y ayudar a ponerse al día, y que ha llevado consistentemente a grandes mejoras en el aprendizaje.
Tras el cierre de las escuelas italianas y el comienzo de las clases en línea en marzo de 2020, Michela Carlana (Harvard University) y Eliana La Ferrara (Bocconi University), afiliadas a J-PAL, lanzaron rápidamente un programa de tutoría en línea para ayudar a estudiantes de entornos desfavorecidos que se estaban quedando rezagados con la educación a distancia.
Durante las cuatro semanas que siguieron al anuncio del cierre de la escuela por parte del gobierno italiano, las dos investigadoras desarrollaron el contenido del programa, se comunicaron con las escuelas en Italia para identificar posibles participantes de tutoría, reclutaron tutores y obtuvieron la aprobación de un Comité de Ética para ejecutar la intervención. Dos semanas después, se lanzó el Proyecto de Tutoría en Línea (TOP, por sus siglas en inglés).
TOP consiste en tutorías individuales, gratuitas y en línea dirigidas a estudiantes de secundaria de entornos desfavorecidos. Estas son proporcionadas voluntariamente por estudiantes universitarios, quienes reciben capacitación y apoyo por parte de equipos pedagógicos. El programa condujo a un mejor rendimiento académico, mejoras en las habilidades socioemocionales, las aspiraciones y el bienestar de las y los estudiantes. Los impactos en el aprendizaje fueron más pronunciados para quienes pertenecían a entornos de bajos ingresos y, en el caso del bienestar, para los niños inmigrantes.
Que Carlana y La Ferrara pudieran diseñar y lanzar el programa TOP tan rápido se debió a su amplia experiencia en la realización de evaluaciones de intervenciones educativas. Algunas de sus investigaciones anteriores se centraron en programas que buscaban promover la igualdad de acceso a la educación, incluyendo una intervención de tutoría y asesoramiento profesional para estudiantes inmigrantes de alto rendimiento de entornos socioeconómicos desfavorecidos en Italia, que acortó la brecha de elección de escuela secundaria entre los niños nacidos en el país y los niños inmigrantes.
Conversamos con Michela Carlana para obtener más información sobre cómo surgió la idea del estudio, sus resultados iniciales y los planes para evaluarlo y escalarlo en Italia y en otros entornos.
¿Cómo surgió la idea de TOP y cómo llegaron a implementarla?
“Durante el primer confinamiento debido a la pandemia de Covid-19, las escuelas cerraron en la mayoría de los países, con graves consecuencias potenciales en el aprendizaje y el bienestar psicológico de sus estudiantes. En respuesta a ello, gobiernos y fundaciones de todo el mundo se centraron principalmente en abordar el problema del acceso a la tecnología. Este fue un paso importante, pero insuficiente para abordar los profundos desafíos que enfrentaban las y los estudiantes debido al aislamiento que afectaba no solo su aprendizaje sino también su bienestar psicológico.
Mi co-autora Eliana La Ferrara y yo decidimos actuar, basándonos en nuestra experiencia previa con intervenciones educativas en escuelas italianas y aprovechando la motivación intrínseca de las y los estudiantes universitarios para ayudar. En un par de semanas de intenso trabajo, diseñamos la intervención de tutoría e iniciamos el reclutamiento de escuelas y tutores.”
¿Dónde se está adaptando y escalando actualmente TOP? ¿Cómo surgieron las discusiones para expandirse en estos otros países?
“Poco después de las primeras presentaciones de los resultados de TOP en Italia, varias personas dedicadas a la investigación o la política pública con interés en implementar el programa en otros países nos contactaron. Cada país tiene sus propios desafíos, pero hay beneficios sustanciales al construir sobre lo que hemos aprendido en el contexto italiano. Actualmente, estamos piloteando TOP en República Dominicana y estamos teniendo conversaciones con varios otros países de América Latina para expandir el programa a partir del otoño de 2021.”
¿Cómo influyen las lecciones de este estudio en las decisiones políticas?
“Estamos avanzando paso a paso para aumentar la escala del programa y asociarnos con fundaciones que ayuden a la implementación de TOP a escala en el futuro. Durante el año escolar 2021-22, planeamos escalar la intervención a 3.000 niños en Italia y alrededor de 1.000 en República Dominicana. Idealmente, también podríamos ofrecer la intervención a niñas y niños en otros países.”
¿Cómo encaja la intervención TOP en sus planes de investigación?
“En mi investigación, estudio las limitaciones a la igualdad de oportunidades en la educación y me concentro en programas que pueden ayudar a mitigar las brechas. Los estereotipos y las barreras culturales son obstáculos clave en los que me he centrado en mis otros proyectos. TOP tiene como objetivo proporcionar una potencial solución a la exacerbación de la desigualdad durante la pandemia de Covid-19.
Hay pocas intervenciones en la economía de la educación que hayan demostrado ser tan efectivas como la tutoría para impulsar el rendimiento. Creo que TOP es aún más prometedor que la tutoría presencial estándar, ya que cuenta con tutores con una alta motivación intrínseca, tiene un bajo costo por estudiante y nos permite llegar a personas desfavorecidos en áreas alejadas de las grandes ciudades, donde generalmente se ubican los tutores.”
Para obtener más información sobre la intervención TOP y sus resultados, lea el documento de trabajo publicado a principios de este año.
Si bien evidencia como esta ha puesto el foco en el alto potencial de las tutorías para abordar algunos de los desafíos educativos y las desigualdades durante la pandemia, queda más trabajo por hacer para comprender cómo ayudar a las y los estudiantes a reintegrarse en el aula a medida que las escuelas reabren después de la pandemia.