¿Cómo conservar mejor la Amazonía? Preguntas abiertas para evaluaciones aleatorizadas
La Selva Amazónica es la selva tropical más grande del mundo, con una superficie de seis millones de kilómetros cuadrados repartidos en nueve países de América del Sur. Muchos de los treinta millones de habitantes de la Amazonía viven de los recursos de la selva, extrayendo bienes como frutas, madera y oro, y convirtiendo sus tierras en cultivos y pastos para el pastoreo del ganado. Alentadas por la débil fiscalización, algunas personas reclaman partes del bosque como su propia tierra, falsificando documentos para poder cultivarlo, venderlo o alquilarlo. La deforestación genera beneficios económicos, pero tiene resultados colaterales nocivos como contaminación, conflictos violentos, alteraciones en los patrones de lluvia y emisiones de gases ligadas al efecto invernadero. Al tomar decisiones, las personas no necesariamente toman en cuenta su incidencia en el bien común y, como resultado, sus acciones pueden tener resultados sociales desastrosos.
Abordar la deforestación de la Amazonía es un área de creciente interés para la Iniciativa de Acción Climática King (K-CAI), K-CAI es una iniciativa de J-PAL dedicada a generar evidencia y a catalizar la ampliación de soluciones de alto impacto para una acción climática efectiva y equitativa. Desde 2020, la iniciativa ha apoyado proyectos sobre mitigación del cambio climático, reducción de la contaminación, adaptación a los efectos del cambio climático y acceso a energía en todo el mundo—incluyendo una evaluación aleatorizada y un proyecto de escalamiento en América Latina y el Caribe. Sin embargo, se necesita más investigación en la región.
Dada su gran extensión y su importante papel para el medio ambiente, la Amazonía merece una atención específica. La principal interrogante que queremos responder es: ¿qué políticas, o combinación de políticas, son las más efectivas para reducir la deforestación de la Amazonía? En principio, varias políticas pueden tener sentido y parecer soluciones plausibles para un problema, pero sin evaluaciones es difícil compararlas.
Evaluación de políticas públicas para reducir la deforestación
A pesar de la variedad de programas de gobiernos, empresas y ONGs en la selva amazónica, se sabe poco sobre su costo-efectividad e impacto en el comportamiento. Las evaluaciones rigurosas de políticas pueden ayudar a llenar este vacío y arrojar luz sobre el diseño de políticas públicas. Un reciente cuerpo de investigación no experimental, trató de estimar el impacto de las políticas de conservación en la Selva Amazónica. Encontró que las multas ambientales tuvieron efectos positivos en conservación y la reforestación, y que contar con alertas en tiempo real contribuyeron sustancialmente a una mejor fiscalización. Además, la designación de tierras indígenas, las transferencias monetarias condicionadas y los préstamos subsidiados fueron políticas exitosas para reducir la deforestación. Sin embargo, todavía hay muy pocas evaluaciones aleatorizadas que estudien la conservación de la Amazonía.
Las evaluaciones aleatorizadas son herramientas poderosas para comprender los mecanismos a través de los cuales una intervención podría afectar el comportamiento humano. En otros contextos, evidencia rigurosa de evaluaciones aleatorizadas mostró que pagar a los agricultores por la conservación redujo la deforestación en Uganda y que fijar incentivos para los equipos de auditoría ambiental mejoró el cumplimiento en India. Actualmente, K-CAI está apoyando la ampliación de un esquema de pagos por servicios ambientales (PSA) en México, adaptando las lecciones de la evaluación sobre deforestación en Uganda. También, un programa de capacitación para la protección de ecosistemas en la República Dominicana. Las evaluaciones aleatorizadas pueden proporcionar respuestas útiles a varias preguntas abiertas en la política de conservación y hay cinco áreas con preguntas abiertas de gran relevancia para la Selva Amazónica.
- Las políticas de comando y control imponen prohibiciones a la deforestación independientemente de los costos y beneficios individuales. Por ejemplo, en Brasil un ochenta por ciento de los predios agrícolas deben estar cubiertos por vegetación nativa. Este tipo de política depende en gran medida de la capacidad del gobierno para hacer cumplir la regulación a través de inspecciones y sanciones, lo que plantea varias preguntas sobre cómo diseñar un sistema de fiscalización. ¿Cuáles son los beneficios de automatizar la toma de decisiones para las inspecciones? ¿Cuál es el impacto de la comunicación temprana con los y las agricultores y cómo debe diseñarse?
- Las normas de tenencia de la tierra dictan de quién es la tierra y cómo puede ser utilizada. Aproximadamente la mitad de la selva amazónica está cubierta por áreas protegidas, las cuales no pueden ser explotadas económicamente. Además, el aprovechamiento maderero sostenible podría proteger eficazmente los bosques al tiempo que permite la deforestación parcial. La regulación de la tenencia de la tierra plantea muchas preguntas relevantes: ¿Reduce el acaparamiento de tierras la designación de bosques como territorio protegido? ¿Son las concesiones forestales más rentables que las políticas de comando y control? ¿Qué términos del contrato de concesión tienen más probabilidades de atraer empresas confiables y que cumplan con los requisitos?
- Los incentivos monetarios, por ejemplo, pagos por servicios ecosistémicos o préstamos subsidiados, podrían establecerse de muchas maneras diferentes. Existen muchos parámetros que ajustar al diseñar los contratos de pago, pero sus efectos sobre el comportamiento y la conservación no se conocen bien. ¿Los pagos deben hacerse por adelantado o después de una inspección? ¿Cuánta libertad debe tener una persona para establecer áreas de conservación dentro de su propiedad? ¿Qué tipo de propiedad—por ejemplo en cuanto a tamaño de la finca o actividad económica—es más sensible a los incentivos financieros?
- La acreditación de productores es hecha a menudo por las organizaciones de etiquetado como respuesta a los consumidores de todo el mundo que están preocupados por los costos ambientales de los productos que compran. Estas acreditaciones existen para mejorar el acceso de las entidades productoras a los mercados internacionales o señalar la calidad a la clientela interesada. Pero nos falta comprensión sobre cuánto y a través de qué mecanismos el etiquetado puede afectar la conservación. ¿Hasta qué punto la acreditación afecta los incentivos para reducir la deforestación? ¿Qué aspectos de un acuerdo de certificación alientan a las organizaciones a acreditarse?
- Finalmente, las ideas para fomentar prácticas sostenibles en el manejo forestal son omnipresentes en el debate sobre la conservación forestal con desarrollo socioeconómico. Con su rica biodiversidad, la Selva Amazónica ofrece valiosos recursos que pueden ser explotados de manera sostenible. Sin embargo, es discutible hasta qué punto es posible lograr niveles de productividad que permitan a las personas salir la pobreza y al mismo tiempo mantengan vivo el bosque. ¿Qué prácticas de recolección sostenible generan ingresos suficientes para sacar a las personas de la pobreza? ¿Las campañas de información o la capacitación ayudan al emprendimiento sostenible a acceder a los mercados y tener éxito financiero?
Pensando en el futuro
Las preguntas anteriores son solo ejemplos de una agenda de investigación para evaluaciones aleatorizadas, que nos ayudarán a comprender mejor el comportamiento humano para diseñar políticas con un mayor impacto. El equipo de K-CAI en J-PAL América Latina y el Caribe (LAC) actualmente se está comunicando con numerosos socios implementadores en Brasil y Perú para encontrar políticas o programas potenciales o en curso que puedan beneficiarse de una evaluación de impacto rigurosa. Estas instituciones incluyen agencias gubernamentales a nivel nacional y subnacional, proveedores de financiamiento, ONGs y organizaciones de investigación con experiencia en evaluaciones de campo sobre temas ambientales. Nuestro objetivo es unir a la red académica de J-PAL y a las organizaciones implementadoras para colaborar en proyectos en la selva amazónica para la próxima ronda de financiamiento de K-CAI en los primeros meses de 2023.