Las transferencias monetarias condicionadas (TMC) dan incentivos a los padres para invertir en la educación y salud de sus niños, pero a muchos responsables de políticas les preocupa que puedan crear dependencia. En República Dominicana, los investigadores están analizando si la educación financiera y la capacitación empresarial pueden ayudar a los beneficiarios de las TMC a gestionar sus propias finanzas y, en última instancia, graduarse del programa.
Los programas de transferencias monetarias son cada vez más comunes en los países en desarrollo. Estos programas proporcionan apoyo financiero a quienes viven en extrema pobreza, y en el caso de los programas de transferencias monetarias condicionadas (TMC), incentivos a los padres para que inviertan en el capital humano de sus niños por medio de transferencias condicionadas a ciertas conductas, como asistir al colegio o visitar una clínica. A pesar de los beneficios ya comprobados en términos de una mejor salud y logros educacionales, muchos responsables de políticas y profesionales del desarrollo siguen preocupados acerca del grado hasta el cual los hogares se pueden volver dependientes de estas transferencias monetarias para mantener sus niveles de vida. Aún con mayor acceso a salud y educación, puede ser difícil para los hogares beneficiarios administrar sus finanzas personales, conseguir y mantener un trabajo estable, o comenzar un nuevo negocio. No está claro si las familias volverán a los niveles de pobreza previos al programa una vez que se detengan las transferencias, o si las transferencias permitirán cambios más permanentes en las finanzas de sus hogares y empresas, que al final les permitan a los beneficiarios graduarse del programa.
Solidaridad es un programa de TMC en República Dominicana que entrega transferencias monetarias a hogares pobres si estos invierten más en educación, salud y nutrición. Las familias elegibles reciben cerca de $75 dólares cada tres meses si cumplen con ciertas condiciones, que incluyen matrícula y asistencia al colegio de los niños de la casa, y controles de salud periódicos para niños menores de 5 años. Aproximadamente 20% de la población de República Dominica vive en pobreza moderada o extrema y son elegibles para recibir transferencias trimestrales del programa.1 Los beneficiarios reciben estas transferencias por medio de una tarjeta de débito que se puede usar para comprar productos alimenticios básicos en tiendas autorizadas, y se reúnen cada tres meses en grupos comunitarios (núcleos) para recibir instrucción sobre nutrición y salud preventiva. Sin embargo, Solidaridad actualmente no cuenta con una estrategia de graduación para motivar a los beneficiarios a mejorar la gestión financiera de sus hogares y buscar fuentes de ingreso estables o crear nuevas pequeñas empresas.
Los investigadores están usando una evaluación aleatorizada para analizar si la entrega de educación financiera y capacitación empresarial a los beneficiarios de las TMC les puede ayudar a graduarse del programa y qué tipo de capacitación es la más beneficiosa.
240 núcleos, con un total de 3600 individuos, serán seleccionados a partir de los datos administrativos del gobierno y asignados de forma aleatoria ya sea al grupo de tratamiento o de comparación. Todos los miembros del grupo de tratamiento recibirán educación financiera para mejorar las habilidades de gestión financiera de sus hogares. Además, se seleccionarán aleatoriamente algunos núcleos en el grupo de tratamiento para recibir uno o más de los siguientes:
Los principales indicadores de resultados incluyen el conocimiento y la gestión de las finanzas de los hogares y las empresas, los activos de los hogares y las empresas, y el estado y condiciones de empleo de los miembros del hogar.
Resultados en desarrollo.
[!1 Government of the Dominican Republic. "Programa Solidaridad." http://www.solidaridad.gov.do/