Servicios de Financiamiento y Tutorías en Mercados Emergentes en República Dominicana
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Una capacitación financiera simplificada basada en reglas prácticas mejoró las prácticas de negocios y los resultados económicos de microempresarios en República Dominicana, mientras que una capacitación técnica basada en principios contables tradicionales no produjo impactos significativos.
Problema de política pública
Tanto los individuos como los emprendedores tienen que tomar decisiones que afectan directamente el éxito de sus negocios y su bienestar. Sin embargo, la evidencia demuestra que en países desarrollados y en países en vías de desarrollo, un gran porcentaje de la población no está suficientemente preparada para tomar tales decisiones. Un mejor entendimiento de conceptos financieros podría ayudarlos a administrar de mejor manera sus negocios y eventualmente incrementar su bienestar. Así, el desafío no es solo determinar si los programas de capacitación financiera pueden producir impactos positivos, sino también cómo enseñar estos conceptos de una manera más efectiva.
Los afiliados de IPA y J-PAL Greg Fischer y Antoinette Schoar, junto con Alejandro Drexler, llevaron a cabo una evaluación aleatorizada implementada por ideas42 para medir el impacto de capacitaciones financieras tanto a nivel individual como de microempresa.1 Los investigadores evaluaron también como el contenido y la complejidad de la capacitación influyeron en su efectividad.
La investigación evaluó dos tipos de capacitaciones financieras destinadas a clientes de una institución de microfinanzas en República Dominicana: (1) una capacitación estándar basada en principios contables tradicionales, similar a lo que ofrecen muchas organizaciones de desarrollo, y (2) una capacitación simplificada basada en reglas financieras prácticas.
Contexto de la evaluación
En la República Dominicana, ADOPEM es un banco de ahorro y crédito que entrega servicios principalmente a personas de zonas urbanas de bajos ingresos y a pequeñas empresas. Ofrecen préstamos de US$70 – US$ 1.400, tanto individuales como colectivos, y también operan un centro de capacitación con programas que cubren computación básica, emprendimiento y destrezas comerciales. Muchos de los clientes operan pequeñas empresas con pocos o ningún empleado, incluyendo entre ellas empresas tales como almacenes minoristas, salones de belleza y servicios de alimentación, que en promedio ganan US$ 85 por semana. Se ha encontrado que muchos clientes de ADOPEM tienen errores en sus libros de contabilidad y que relativamente pocos de ellos mantienen sus negocios y cuentas personales separadas.
Detalles de la intervención
Los investigadores desarrollaron dos programas alternativos de capacitación financiera junto con expertos dominicanos y ADOPEM, un banco de ahorro y crédito que provee servicios financieros principalmente a individuos de bajos ingresos en zonas urbanas y a pequeños negocios en República Dominicana.
- En la capacitación estándar, los participantes aprendieron conceptos basados en principios tradicionales de contabilidad financiera. Los temas abordados incluyeron almacenamiento de registros de ventas y gastos, consolidación de reportes semanales y mensuales, planeación de inversiones y manejo de inventario, cálculo de ganancias en efectivo y cuentas provisionales.
- En la capacitación simplificada con base en reglas financieras prácticas, los microempresarios aprendieron una serie de instrucciones simples para el manejo financiero al interior de sus empresas. Esto incluyó estrategias para separar las cuentas personales de las cuentas del negocio, estimar ganancias con base en los flujos de caja, pagarse un salario fijo y saldar cuentas cuando se han mezclado gastos personales con ingresos del negocio.
En la primera parte de la evaluación, 1.193 clientes de ADOPEM que previamente expresaron interés en una capacitación financiera, fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos de capacitación. En un primer grupo, 402 clientes participaron por seis semanas en la capacitación estándar de contabilidad financiera. En un segundo grupo, 404 clientes participaron por cinco semanas en la capacitación simplificada basada en reglas prácticas. Finalmente, los 387 clientes restantes no recibieron capacitación y por ende formaron parte del grupo de comparación. Los cursos fueron impartidos una vez por semana con una duración de tres horas por sesión. Las primeras tres clases fueron idénticas para los dos grupos capacitados, y se enfocaron en principios generales de ahorro, consumo y deuda.
En la segunda parte de la evaluación, los investigadores estudiaron hasta qué punto los participantes lograron entender y por lo tanto implementar los conceptos enseñados en las cursos. Para ello, un sub-grupo de clientes tanto de los grupos de tratamiento como del grupo de comparación fueron seleccionados aleatoriamente para recibir visitas de seguimiento. El propósito de estas visitas fue reforzar el material enseñado en los cursos y facilitar la implementación de los principios aprendidos al interior de los negocios. Esta segunda evaluación tuvo como objeto determinar si la ausencia de impacto puede atribuirse a que los clientes no entendieron o no pudieron implementar los contenidos del curso, o si alternativamente, la capacitación fue inefectiva aun cuando los contenidos fueron comprendidos correctamente.
La evaluación se realizó entre noviembre de 2006 y julio de 2008. Todos los cursos fueron impartidos por instructores locales calificados, quienes en la mayoría de los casos contaban con títulos universitarios y experiencia en educación para adultos. El curso fue altamente subsidiado: los participantes pagaron US$6 o en algunos casos recibieron el curso de forma gratuita, mientras que el costo del programa ascendió a aproximadamente US$21 por persona.
Resultados y lecciones de la política pública
La capacitación simplificada produjo efectos positivos en el manejo financiero de las empresas, mientras que la capacitación estándar solo produjo efectos menores. En relación con el grupo de comparación, los microempresarios que recibieron la capacitación simplificada con base en reglas generales fueron 12 puntos porcentuales más propensos a separar las cuentas personales de las cuentas del negocio, 11 puntos porcentuales más propensos a mantener registros contables y 6 puntos porcentuales más propensos a calcular sus ingresos formalmente. Entre los microempresarios que recibieron la capacitación estándar, no se observaron efectos significativos.
Solamente la capacitación simplificada produjo efectos positivos en los resultados económicos de las microempresas. Respecto al grupo de control, los microempresarios capacitados con reglas prácticas incrementaron sus ventas en un 18,7% durante las semanas consideradas por ellos mismos como de peor desempeño. Las ventas de estos microempresarios aumentaron en semanas de desempeño promedio, mientras que las ventas de quienes participaron en la capacitación estándar disminuyeron durante semanas de desempeño bajo y promedio. Sin embargo, estos últimos resultados no son estadísticamente significativos. La evidencia de esta evaluación sugiere que reglas financieras simples pueden ayudar a los individuos a reconocer y enfrentar de mejor manera dificultades al interior de sus negocios.
Ninguna de las dos capacitaciones produjo un impacto en variables financieras tales como tamaño o características de los préstamos adquiridos o en la probabilidad de mantenerse como clientes de microcrédito. Si bien quienes participaron en la capacitación con base en reglas prácticas presentaron una mayor probabilidad de tener ahorros, este resultado fue solo marginalmente significativo.
El apoyo adicional a través de las visitas de seguimiento no reforzó los efectos positivos de la capacitación simplificada y tampoco mejoró los resultados de los microempresarios que recibieron la capacitación estándar. Estos resultados sugieren que los contenidos de la capacitación con reglas prácticas fueron lo suficientemente simples como para ser entendidos y puestos en práctica sin ayuda adicional. En cambio, la dificultad de implementar los conceptos aprendidos en la capacitación estándar no fue resuelta mediante las visitas de seguimiento.
Los investigadores planean realizar un estudio adicional para entender mejor los mecanismos detrás del éxito de la capacitación simplificada con base en reglas prácticas. Este estudio diferenciará la importancia de la simplicidad en sí misma del tiempo adicional que los alumnos de las capacitaciones con reglas prácticas pudieron pasar aprendiendo un subconjunto específico de reglas útiles.
Las habilidades financieras pueden ser transmitidas efectivamente a través de capacitaciones. Los resultados de esta evaluación sugieren que programas de capacitación bien diseñados y estructurados pueden ayudar a microempresarios a implementar un conjunto de prácticas financieras relevantes para el éxito de sus empresas.
La simplificación de contenidos fue efectiva en el contexto de capacitaciones financieras en República Dominicana. Todo programa de capacitación tiene que decidir entre la facilidad con la que los participantes pueden entender los conceptos impartidos y la profundidad y alcance de los contenidos. En el contexto de esta evaluación, la capacitación basada en reglas prácticas resultó ser mucho más efectiva que la capacitación basada en principios contables, como las ofrecidas por varias organizaciones de desarrollo. La capacitación simplificada fue fácil de entender e implementar permitiendo a muchos microempresarios mejorar sus prácticas y resultados, aún en ausencia de ayuda adicional.
Una adecuada capacitación financiera puede producir ganancias económicas significativas a nivel de microempresas. Los resultados de esta evaluación sugieren que la falta de conocimientos financieros es un impedimento al crecimiento de pequeños negocios en países en desarrollo. Ayudar a microempresarios a poner en práctica reglas financieras simples puede traducirse en negocios más éxitosos. Por ejemplo, ayudándolos a reconocer y actuar en respuesta a fluctuaciones económicas o administrando su inventario y productos de manera más efectiva.
El éxito de la simplificación financiera es consistente con evidencia disponible en distintos contextos. Contenidos más simples han demostrado ser efectivos en el contexto de planes de ahorro para el retiro (Choi et al. 2009) y créditos para estudiantes en los Estados Unidos (Bettinger et al. 2009). Estos resultados sugieren que en muchos casos, simplificación y eficiencia van de la mano.