Respuestas al Grado de Control de Remesas en El Salvador
- Migrants
- Remittances
- Savings
Problema de política pública
Para el año 2000, el número de personas que viven fuera de su país de nacimiento había llegado a casi el 3% de la población mundial, alcanzando un total de 175 millones de personas. El dinero que estos inmigrantes envían a casa, llamado remesas, es un tipo de flujo financiero internacional importante, pero relativamente poco conocido. Investigaciones recientes sobre la economía de las migraciones han documentado varios impactos beneficiosos de los flujos de remesas en el bienestar del hogar y las inversiones. Sin embargo, solo recientemente la investigación ha comenzado a observar de qué manera los inmigrantes toman decisiones respecto del envío de estas remesas, particularmente respecto de si desean un mayor control sobre cómo estas son usadas por los miembros de las familias que las reciben y si esto impacta sobre los montos enviados.
Contexto de la evaluación
El Salvador es un país en desarrollo muy distinto a otros países en desarrollo en cuanto a su número de inmigrantes en el extranjero comparado con su número de habitantes. Después de la guerra civil de 1980, grandes flujos de salvadoreños emigraron, y continuaron haciéndolo a un ritmo asombrosamente constante en los años posteriores. Al menos uno de cada siete salvadoreños vive fuera del país, principalmente en los Estados Unidos. En 2001, el ingreso total de los aproximadamente 1 millón de salvadoreños que viven en los EE.UU. era casi igual al PIB total de El Salvador. Junto con la expansión de las comunidades salvadoreñas en el extranjero, el valor en dólares de las remesas enviadas a El Salvador ha crecido considerablemente, pasando de $ 790 millones en 1991 a $ 3.800 millones en 2008.
Las remesas parecen tener beneficios importantes para los receptores – las familias en El Salvador que reciben más remesas tienen tasas más altas de escolaridad infantil, por ejemplo. Pero la falta de control que tienen los migrantes sobre la forma en que los fondos remitidos son usados en casa podría estar reduciendo el monto que ellos deciden enviar a casa. El hecho de que los migrantes informen mayores preferencias por el ahorro, cerca de 21% del ingreso, comparado con las familias receptoras, quienes prefieren ahorrar menos del 3%, apoya este supuesto.
Detalles de la intervención
Los investigadores, en colaboración con el Banco Agrícola, diseñaron un experimento de campo que ofrecía una forma para que los inmigrantes salvadoreños canalizaran directamente una parte de sus remesas a cuentas de ahorro en El Salvador. Con el propósito de estimar adecuadamente la importancia del control por parte del emigrante sobre los ahorros, los investigadores testearon la demanda por diferentes productos que les ofrecían a los migrantes distintos niveles de control sobre el uso de las remesas. Se administraron encuestas de línea base tanto a inmigrantes en los Estados Unidos como a sus correspondientes familias receptoras de dichas remesas en El Salvador.
La muestra cubrió inmigrantes del área de Washington DC quienes ingresaron por primera vez a los Estados Unidos en los últimos 15 años y enviaron remesas en los últimos 12 meses. Los 898 inmigrantes recibieron una visita comercial donde el agente comercial describía los usos y beneficios de ahorrar y fueron motivados a ahorrar. Se les escogió aleatoriamente para recibir una de tres nuevas cuentas de ahorro en El Salvador a las cuales podían enviar sus remesas. La cuenta sería (i) abierta a nombre de una persona en El Salvador, otorgando al receptor control total, (ii) una cuenta conjunta donde el receptor y el remitente tendrían acceso a través de tarjetas de cajeros automáticos, permitiendo el monitoreo, pero sin darle completo control al migrante o (iii) una cuenta sólo a nombre del inmigrante, entregándole todo el control de los fondos en la cuenta. En el caso de las dos primeras cuentas, el personal del proyecto dispuso telefónicamente que el receptor de las remesas en El Salvador se encontrara con el agente del banco de la sucursal más cercana del Banco Agrícola con el propósito de completar los procedimientos finales de apertura de cuenta. Para ayudar a hacer un seguimiento de la conducta de envío de remesas del inmigrante después de la visita de marketing, a todos los inmigrantes de tratamiento visitados se les entregó una tarjeta especial (llamada “Tarjeta VIP”) que otorgaba un descuento por el envío de remesas a través de locales de la institución asociada. Un grupo final de inmigrantes recibió la visita de marketing pero no se les ofreció una cuenta, constituyéndose en el grupo de control.
Resultados y lecciones de la política pública
Los resultados indican que el deseo de controlar el uso de las remesas, en particular de la fracción destinada al ahorro en cuentas de ahorro formales, era grande y tuvo una influencia importante sobre la toma de decisiones financieras de los inmigrantes. Cuando se les ofreció una cuenta en nombre del receptor, no permitiendo un control formal sobre las remesas, los inmigrantes fueron 16,4 puntos porcentuales más proclives a abrir cuentas que el grupo control. En la misma línea, cCuando se les ofreció un control conjunto, los inmigrantes fueron 21,4 puntos porcentuales más proclives a abrir cuentas que el grupo control y cuando se les ofreció un control exclusivo de la cuenta, fueron 34 puntos porcentuales más proclives a abrirla.
Si bien los efectos en los ahorros en el Banco Agrícola fueron significativos, también hubo un considerable aumento en los ahorros fuera del banco asociado, incluyendo los bancos en Estados Unidos. Los investigadores interpretan esto como un resultado de la asesoría financiera ofrecida como parte de los tratamientos. Los inmigrantes implementaron estrategias de ahorro sugeridas en las visitas de marketing, pero usando productos de ahorro de otros bancos.
Esto resultó en grandes efectos del tratamiento sobre los ahorros de los individuos tratados. Comparado con una base de casi $430 en los ahorros del grupo control informados, ofrecer control exclusivo o conjunto de las cuentas bancarias casi duplica los ahorros totales en la familia transnacional combinada (sumando los ahorros del migrante más los del receptor de remesa).